Es raro.
no es extrañar
no es recordarte a vos.
Quiero contarte que el viento de hoy
me trajo el familiar apego que tuve con la angustia desde que te conocí.
Es un sufrimiento dulce
que no sentí nunca más 
desde esa última mirada que cruzamos en las vías del tren.
Hoy recordé 
que ese viaje no sólo me alejaba de tu cuerpo
sino de tu alma.
Me liberaba,
cortaba cadenas,
me despegaba de vos
y me decía que reviva,
que me acuerde de mí.
Un día que no estabas fuí a tu casa
porque extrañaba la tranquilidad que flasheaba en tu habitación.
Ahí encontré ropa que había olvidado alguna que otra noche,
muchos papeles de tu golosina favorita
y un montón de sueños míos
muertos arriba de tu cama.