Qué linda esta forma de vivir,
donde nunca duele nada.
Gente linda,
cumbia,
y mucha risa.

Quisiera desaparecer las esquinas por donde caminamos. Como si se borraran por arte de magia.
Yo te aclaré que tanto amor no alcanzaba, pero vos preferiste pintar cada esquina con un beso. Entonces ya no puedo pasar mas por ahí, a menos que no sea en un dia gris, y con una tormenta en la cabeza.

Y aunque realmente sé
que unas palabras no cambian nada
quiero que estén.
Para que no vuelva el vacío que siento
cuando pienso en todo lo que fuimos,
pero que ya no somos.
fuimos caricias infinitas que nos dimos,
y eso a mí me pareció inmenso. 
Fuimos inmortales, fuimos.
Sí, fuimos.
Fuimos.

en una página del blog escribí dos veces fernet.

No sé bien cuando me voy,

porque me re gusta la idea de perderme en tiempo, espacio y gente.

Nunca sé bien ni qué hora es, ni que día, ni qué voy a hacer hoy a la noche, ni con quien

pero espero que haya fernet.

Su belleza,

tan fina,

perfumada,

de otro país,

de otro planeta

que tantas piernas desean

saciar en quién sabe cuantas camas

la sed de besos que siembra. 

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Florecer después de días grises:

Qué placer me da saber que todo mi ser está lleno de fuerzas.

Ya van a venir días

en los que voy a cansarme

de tanto andar en mi futura bici rosa

de tanto tomar helado celeste

de tanto subir y bajar las escaleras

de mi futura casa de techos altos,

llena de gente linda.

Ya voy a tirarme al pasto

a comer manzanas

y mirar el cielo.

Ya voy a tener el pelo lleno de bucles mentirosos

atado a un pañuelito

con estampado de frutillas.

Miraba sin ver
los lujos brillosos con los que me rodeaste
para hacerme sentir bien
hasta que nos dimos cuenta que mi vida te recuerda momentos que habías olvidado.
Desnudos aceptamos que nos estábamos escapando de lo de siempre:
vos la querés mucho a ella y yo quiero poco a todos.
Nos miramos más a los ojos
y nos hicimos reír un montón
porque sí
porque se nos terminaron las excusas
y el fernet.

Decoré la casa con guirnaldas la noche que no estuviste

y te esperé

porque sabía que no ibas a llegar.

Llené la cama de flores linditas

porque no me estabas buscando.

Conversé con mi insomnio

y le conté que me encanta tu perfume

porque nadie me escuchaba.

No quiero que me abrace nadie a la noche,

pero quiero que seas el calor que me falta a la madrugada.

Un poco mal,

pero te quiero.