miércoles, 1 de octubre de 2014


Decoré la casa con guirnaldas la noche que no estuviste
y te esperé
porque sabía que no ibas a llegar.
Llené la cama de flores linditas
porque no me estabas buscando.
Conversé con mi insomnio
y le conté que me encanta tu perfume
porque nadie me escuchaba.
No quiero que me abrace nadie a la noche,
pero quiero que seas el calor que me falta a la madrugada.
Un poco mal,
pero te quiero.

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