lunes, 6 de octubre de 2014

Miraba sin ver
los lujos brillosos con los que me rodeaste
para hacerme sentir bien
hasta que nos dimos cuenta que mi vida te recuerda momentos que habías olvidado.
Desnudos aceptamos que nos estábamos escapando de lo de siempre:
vos la querés mucho a ella y yo quiero poco a todos.
Nos miramos más a los ojos
y nos hicimos reír un montón
porque sí
porque se nos terminaron las excusas
y el fernet.

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