me abrazaba
mientras mirábamos arriba
y pensábamos qué tanto disfrutábamos
de todo lo lindo que nos rodeaba.
Un poquito de mi luz se murió
cuando los autos pasaron
y nos mojaron los pies
con un charco
que contenía todos nuestros miedos.
Te quiero decir todo lo que ni siquiera yo entiendo:
te odio
y te quiero.
Confusa estoy
como tu cabeza llena de remolinos
y tu corazón atrofiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario