viernes, 12 de diciembre de 2014

Hace rato que intento decirte que así no vamos a ningún lado
desde que te largaste a andar en bici conmigo que cambiaron las cosas para bien
pero cuando llegamos a tu casa a la hora de la cena
agarrás los quilombos
y te hacés una ensalada.
Yo quiero reírme un poco más
para explicarte que tu vida llena de laberintos
simplemente no me importa.
Lo que me llama la atención
es tu forma estúpida de pensar
que no me doy cuenta
que un poco me querés,
que si nos rozamos un rato más
dejás todo.

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