sábado, 23 de agosto de 2014

Siempre odiaré lo fácil de ver un suceso desde afuera, sabiendo que desde bajo ninguna circunstancia, o al menos en ningún futuro muy cercano, nos tocará estar en ese lugar, y que nadie cree en realidad en el "yo en tu lugar haría...". Por alguna forma yo estoy acá y vos allá. Yo allá y vos acá.
Si me explican tantas cosas, no pueden explicarme cómo surgir de los escombros de una forma diferente? Porque quizás esa manera en la que enfrentamos las cosas marca el suceso.
Quiero dejar de tener la consciencia tan lejos del presente. Quiero estar acá, y en la realidad, y es tan difícil...
Porque si me canso de ser agua de lluvia que cae y se evapora, se hace nube y vuelve a llover, es porque siento que ya no hay maneras de hacerlo, de seguir mi naturaleza y volver a empezar. Volver a empezar disfrazando las miserias con sonrisas bien usadas. Me cansé.
Así que hoy me haré un paréntesis y surgiré de esa forma diferente, que duele, que humilla y que reviste mi aura en una tonalidad azul oscuro, desde la cabeza hasta el final de los pies. Tendré una nube en la cabeza color gris pesado, como si fuese que está a punto de ser tormenta en todo momento, pero que, a lo lejos, siembra una posibilidad segura de que no lloverá, sino que solo está ahí, para recordarme mis miedos, una y otra vez.
Así hasta que por algún motivo se canse, se haga arcoiris y se vaya junto con los miedos, la tormenta que nunca será, el color azul, y las oportunidades que perdí mientras estuvo acá.

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