domingo, 17 de mayo de 2015

Lo único que quería saber era si tantas risas te alegraron el alma, o te enredaron todos los cuerpos.
Todavía tengo esa duda. ¿Por qué cuando estábamos debajo del puente oscuro a punto de lastimarnos no te acordaste de todas las veces que me besaste en la mano mientras cenábamos?... ¿Por qué? Te encimó tanto amor, mon ami. Muchos colores sin escrúpulos te pegaron cachetazos en la cara para despertarte. Pero no quisiste. Vos siempre preferiste ser de la belleza frívola que no se despierta jamás, y muere embalsamada.

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